La ampliación del Museo de Arte Cerámico Danés incluye 1.500 m² de construcción y 1.000 m² de renovación y conversión del edificio protegido existente en medio del bosque de Kongebro en Middelfart.
La mayor parte del nuevo volumen se encuentra situado bajo tierra, donde se conecta con el edificio existente a través de un núcleo de comunicaicón vertical. La topografía de la parcela y su inclinación hacia el mar permite que dicho volumen se levante en el paisaje como un «pabellón». De esa manera, la nueva ampliación se mantiene sencilla e independiente, aunque relacionandose a su vez humildemente con el contexto, los edificios históricos y la naturaleza que le rodea.
Por otro lado, la propuesta presenta una especial atención a la textura y la materialidad en el interior y el exterior del edificio. Los ladrillos de color granate aseguraban que el edificio se mezclara armoniosamente.
«Fue una elección obvia utilizar arcilla quemada para las fachadas de un museo dedicado a la exposición de cerámica. Pero al mismo tiempo queríamos transformar el pesado ladrillo de un material ligero», comentan los arquitectos.
La solución, fue desarrollar un sistema de protección de lamas verticales de arcilla, que pudieran abrirse y cerrarse dependiendo del espacio subyacente y de las relaciones que se quisesen establecer entre el exterior y las diversas exposiciones.