En el centro del bullicioso distrito de Nørrebro reside una tranquila comunidad de ancianos, un oasis escondido de hermosos edificios de ladrillo y exuberante vegetación. Con el proyecto de la guardería para este idílico entorno, la idea principal es inyectar vida joven y hacerla coexistir en armonía con la comunidad mayor de una forma generosa: dando más que quitando. El edificio está diseñado como un pueblo disperso, como macetas en una terraza. La parcela verde se divide en zonas más pequeñas e íntimas de jardines, zonas de juego, terrazas en cubierta y recovecos.
La fachada de la nueva guardería debe respetar el entorno histórico, pero en lugar de una traducción directa de los tradicionales ladrillos horizontales de la zona, la nueva fachada consta de esbeltas lamas verticales de cerámica. Este sistema de fachada continúa de unidad a unidad dentro del complejo, rodeando el jardín y el parque de recreo con una banda simple y unificadora. Las lamas cerámicas se utilizan así como material de fachada, filtro solar, barandilla para las cubiertas y valla del patio. Para conservar la sensación natural de la huella verde del lugar, la guardería se diseña como una aldea tridimensional donde el jardín y el edificio se convierten en uno.
Desde el exterior, la guardería aparece como un pueblo para niños, pero desde el interior se muestra coherente y eficiente. Esto ayuda a crear un lugar que es pequeño, compacto y emocionante para los niños y también funcional y flexible en el día a día. El edificio está organizado verticalmente alrededor de un espacio común que crea una conexión visual y física en todo el complejo, facilitando el movimiento entre las diferentes salas de grupo, salas de juegos y espacios al aire libre. Cada estancia tiene acceso a zonas exteriores, o bien al jardín grande a nivel de suelo, o bien a alguna de las terrazas de cubierta verdes. Desde el exterior, el edificio parece segmentado y reducido, pero desde dentro, los espacios son continuos y eficientes. La idea para las zonas interiores es crear un espacio compacto y divertido para los niños, pero también seguro, luminoso y fácil de supervisar para los adultos.