Ambos el Museo Cerámico y el Parque Mosaico experimentan con el concepto de la hibridación cultural, un fenómeno desarrollado durante varios siglos de intercambio comercial y cultural entre el Este y el Oeste. Por un lado, el uso de piezas rotas de cerámica local de diferentes colores para la materialización del pavimento y los bancos del parque así como también para la fachada del museo evoca la tradición mosaica que se expandió ampliamente por toda Europa gracias al Imperio Romano y que ha evolucionado a lo largo de la historia hasta llegar a nuestros días, con soluciones técnicas tan reconocibles como por ejemplo el trencadís. Por otra parte, la geometría del parque se inspira en el esmalte craquelado de la porcelana china que se desarrolló a partir del siglo X durante la Dinastía Song. El Parque Mosaico y el Museo Cerámico recuerdan a los ciudadanos que la región de Jinzhou fue en su día un área de producción de cerámica y porcelana, aunque su tradición se perdiera hace siglos y hoy en día haya sido olvidada por completo.
El proyecto representa el paradigma del parque urbano contemporáneo, que no es ni un fragmento de paisaje natural ni un trozo del urbano, sino una combinación de ambos. El Parque Mosaico ofrece un carácter híbrido que combina arquitectura con paisaje y naturaleza con artificio. La geometría irregular del parque se despliega espacialmente dando lugar a una topografía facetada de forma tridimensional en la que arquitectura y paisaje se convierten en una superficie continua formada por 884 planos irregulares. Además, la geometría se materializa como un mosaico policromático formado por la combinación de flores de cuatro especies y colores diferentes, y trozos rotos de cerámica china loca. Así, artesanía local y naturaleza se dan la mano en una combinación única de flores y cerámica.
La geometría del Museo Cerámico se concibe como una extensión de la materialización fragmentada del parque y se consolida utilizando el mismo tipo de azulejos utilizado en el pavimento del parque, combinándose con aberturas que aparecen siguiendo también este patrón irregular. El mosaico policromático formado por la vegetación y la cerámica confiere una unidad geométrica y visual al proyecto que evita la habitual separación entre el edificio y su emplazamiento. Paisaje y arquitectura, Parque Mosaico y Museo Cerámico se funden en una única obra multifacética y sorprendente caracterizada por su carácter híbrido y un fuerte contenido plástico.
Por último, cabe señalar que el Museo Cerámico está diseñado como una estructura abierta donde el programa evoluciona con el tiempo, ofreciendo una nueva plataforma social donde exponer el trabajo de los artistas locales: diseñadores y artesanos que experimentan con la tradición de la cerámica y la porcelana. Trata también de despertar el interés de los ciudadanos acerca de sus tradiciones, pero sobre todo de promocionar la industria creativa local y el diseño contemporáneo construyendo un espacio moderno y emblemático para la exhibición, diseminación y venta de los trabajos locales. El Museo tiene como objetivo no sólo revitalizar el uso público del parque, sino también la economía local y la vida cultural de la ciudad con el fin de alcanzar un impacto social más amplio, más allá de sus intenciones primigenias.
Gobierno chino
Helena Casanova
Jesús Hernández
Ben McMillan