El centro de salud de San Blas es un edificio que desde su inicio en la fase de concurso ha tenido clara la idea o premisa de “edificio desubicado”, nos parece una forma eficaz y rotunda de desarrollar un programa funcional sanitario en un entorno poco relevante. Para acentuar el valor espacial interior recurrimos a la lecorbuseriana idea de “conciliación de contrarios”. Se antepone la imagen hermética y pesada del exterior al espacio abierto y ligero del interior.
El programa del centro de salud se desarrolla de manera extensiva en una sola planta baja. Las distintas dependencias del programa se ordenan generando una parrilla ortogonal irregular poco densa, donde 13 patios se distribuyen al tresbolillo entre las estancias públicas y privadas siguiendo tres (no)-corredores paralelos. En oposición a este sistema ligero, atomizado por los patios, la fachada rotunda y pesada se concibe como una masa continua y ciega de hormigón visto. Idea de pesadez que se refuerza con una textura rugosa formada por encofrado de tablas de madera horizontales. La inexistencia de huecos en los paños verticales de la envolvente exterior hace que la relación interior-exterior del edificio se produzca verticalmente, casi con el firmamento. Los vidrios no definen patios sino huecos en la fachada horizontal de la concha exterior del edificio y se crea una relación vertical que permite generar un espacio interior isótropo. El corredor se disuelve, deja de existir como una estructura lineal de conexión tradicional, porque la ordenación alterna de espacios vacíos y estanciales de carácter público permite una relación débil entre las coordenadas “x” e “y” del espacio.
Pieza cerámica: Las cualidades de transparencia y especulares del vidrio multiplican las visiones por simetría reflejada, así mismo las cualidades de reflexión de los paños verticales de azulejo azul cobalto de 10 x 20 cm colocado con juntas terciadas a modo de escama ayudan a producir un ambiente interior espacioso y luminoso, casi como si se introdujera el firmamento en el interior.
Premios Cerámica ASCER 2007. Primer premio categoría Interiorismo