Ed Butler y Daniel Wiltshire, ambos arquitectos, formaron el estudio donde la exploración de la forma geométrica es la base de sus procesos de diseño. Esta vez, hechas de terracota y madera reutilizada, una serie de piezas modulares se extienden por el centro de la ciudad de Londres, proporcionando los tan necesarios espacios de descanso y vegetación.
A partir del motivo arquetípico del escudo, se desarrolló una geometría de azulejos teselados sutilmente alterada. Se extruyeron para crear recipientes de seis alturas diferentes, con la misma forma básica utilizada para crear asientos y jardineras. Estos módulos permiten adaptarse a las distintas necesidades de acceso y ergonomía individual, también permite una reconfiguración capaz de responder a cualquier emplazamiento.
La asimetría del patrón y la variación en la altura de los módulos producen un lenguaje variado y orgánico que evita la apariencia de una clara repetición. En contradicción con el vidrio y el acero de las grandes torres de la ciudad, los materiales utilizados son naturales, táctiles y hechos a mano por Darwen Terracotta, especialistas en cerámica arquitectónica.