El edificio está localizado en un solar triangular de menos de 200 m2 de tamaño cuyo límite redondeado mira directamente a un pequeño espacio público. La forma de este solar exagera la perspectiva, ya que debido a la pequeña huella que ocupa la percepción de su altura aumenta.
Queríamos que este edificio se asentara suavemente en el solar, que reconociera los rasgos arquitectónicos de los edificios vecinos. También queríamos aportar una nueva visión a algunos de los detalles más típicos de la zona como son los muros de mampostería gruesos, las pequeñas pero detalladas ventanas y las cornisas sobresalientes. Las ventanas, materializadas en finas líneas de acero, están ligeramente desplazadas y des-alineadas de una manera «casual». El toldo perimetral se fragmenta para marcar puntos de entrada individuales. En la calle, el proyecto parece una versión efímera de los edificio vecinos, Mientras que en su parte superior el edifico se curva de manera acusada en dos direcciones, convirtiéndose en una península de luz moldeada con un exótico jardín en la azotea formado por árboles frangipani y plantas de temporada, enmarcado en el cielo a través de las aperturas de la fachada.