Las dos alas que componen el edificio recogen las dos directrices dominantes que la propia geometría de la parcela apoya. Esto hace que la L abierta que constituye la planta se oriente decididamente hacia el sur, hacia los amplios espacios que delimitan la Avenida de Ranillas, contando con vistas hacia el río y la fachada norte de la ciudad histórica, contribuyendo a completar una parte inacabada de la ciudad. La posición del edificio dentro de la parcela permite la creación de una amplia zona libre, ajardinada en gran parte, que hará posible un grato uso del conjunto, tanto durante el desarrollo de la Expo como en la utilización residencial definitiva, tamizándose y graduándose la relación del edificio con las dos calles adyacentes.
Se ha partido de una envolvente general de baja más ocho plantas, que acusa la horizontalidad del conjunto, por entender que ésta condición horizontal es acorde con la encrucijada urbana en que ha de elevarse el edificio. Dentro de esta envolvente se ha realizado un trabajo sobre el perfil, produciendo dos cortes en las cuatro plantas superiores, tanto en el vértice de la planta como en el extremo este. El corte central articula la unión de las dos alas, mientras que la menor altura en el extremo este permite graduar la implantación hacia la calle y la relación con el vecino Centro de Salud. La configuración formal del edificio procede de la interrelación existente entre el trazado general y el sistema constructivo que define la envolvente, constituida por paramentos revestidos con paneles cerámicos de gran formato que definen los planos de fondo sobre los que se producen los vuelos longitudinales, dotados de paneles correderos de lamas que constituyen dobles fachadas, tras los que se disponen barandillas formadas por paneles de vidrio fijados a montantes de acero.
Pieza cerámica. La mayor parte de las fachadas están resueltas mediante un sistema de fachada ventilada, con una hoja exterior formada por placas cerámicas de 80 x 24 x 2,4 cm fijadas mecánicamente a perfiles guías de aluminio anodizado de 36 mm de canto. Los diferentes perfiles se atornillan a bastidores de tubo galvanizado de 50 mm, soldados a las placas de anclaje dispuestas horizontalmente en todo el perímetro del edificio. Tras la hoja exterior, constituida por las placas cerámicas, y encajado entre los bastidores metálicos galvanizados anclados a la estructura, se dispone el aislamiento térmico formado por placas de poliestireno extrudido de 50 mm de espesor.
Premios Cerámica ASCER 2011. Finalista categoría Arquitectura